Al cumplirse 2 años de gestión el pasado 10 de diciembre, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal hizo un balance de los últimos 730 días en su cargo y, si bien celebró "haber podido sostener todas las peleas" que consideró importantes, admitió que "quisiera haber podido avanzar más profundamente" en algunas reformas.

"En toda la gente que me quiere, y empezando por mis hijos, hay siempre una contradicción. Hay orgullo, hay alegría por los logros alcanzados, pero también hay preocupación, hay sensación de ausencia, hay reproche y reclamo", aclaró.

En este sentido, la mandataria provincial resaltó que "lo más importante es haber sido coherentes con el compromiso que tomamos con la gente en 2015, que fue cambiar".

"Hoy nadie duda de que el gobierno de la provincia está llevando adelante una reforma profunda en cuanto a la corrupción en las fuerzas de seguridad, tanto en la policía como en el sistema penitenciario. Hoy nadie duda de que las obras empezaron, aun cuando lleve mucho tiempo poder cubrir todas las necesidades de la provincia. Hoy no se habla más de barones del conurbano porque la reelección indefinida se acabó", detalló.

Por otro lado, Vidal aclaró que nunca sintió "que hacía esto sola", sino que "fue un trabajo en equipo, tanto en 2015 como en 2017" y que estuvo acompañada "por Mauricio (Macri), pero también por todo el gobierno nacional y por el equipo increíble que me acompaña en la provincia de Buenos Aires. Y, además, el camino se hace mucho más fácil cuando la gente te sostiene", precisó.

Además, la gobernadora aseguró que nunca vivió "como un logro personal" las victorias electorales del 2015 y 2017, pero consideró "que lo que se expresó" en esos comicios "es la confianza de la gente en una manera distinta de gobernar".

En declaraciones a La Nación, la referente del PRO reconoció que "quisiera haber podido avanzar más profundamente" con una serie de reformas, como las educativas.

"Siento que todavía no estamos lo suficientemente presentes, que tenemos que entrar de manera mucho más importante en ciertos lugares, no sólo para sacar al narcotráfico, sino para mantener una presencia del Estado permanente ahí, desde el punto de vista social, de infraestructura, de educación, de salud, y de hecho estamos trabajando para avanzar más fuertemente en eso durante los próximos dos años", detalló.

Finalmente, Vidal insistió en que "todos saben" que la presidencia no es su "aspiración", aunque confió: "La gente que me quiere me va a acompañar en las decisiones que se tomen".

"Yo nunca seguí mucho los parámetros de lo que es clásico en el sistema político. Cuando fui vicejefa de gobierno, no me planteaba ser jefa de gobierno, y muchos periodistas me decían que era el camino natural serlo, y cuando Mauricio me planteó venir a la provincia, en una elección cuando la mayor parte pensaba que no iba a ganar, yo sentí que esta era mi contribución al proyecto", recordó.