El jueves pasado llegó a los cines locales “El Robo del Siglo” (2020), la última película de Ariel Winograd que cuenta las peripecias de uno de los hechos policiales más resonados de nuestra historia reciente: el asalto al Banco Río de Acassuso en enero de 2006. Los relatos criminales, sobre todo basados en hechos reales, vienen calando hondo en el público argentino, ávido por empaparse de estas anécdotas con las que, en muchos casos, se sienten “relacionados”.

A nadie le sorprende que la película se haya quedado con el podio de la taquilla local durante su primer fin de semana de exhibición con 415.860 espectadores en 519 salas. Un número más que destacable, que entra derechito en los lanzamientos históricos de nuestro país. Igual, y a pesar de semejantes cifras, el film protagonizado por Diego Peretti, Guillermo Francella y Pablo Rago, entre otros, se quedó un poquito corto en comparación a otros hitos nacionales como “El Clan” (2015) de Pablo Trapero, la cual arrancó con 504.419 espectadores en 267 pantallas, superando así el récord de “Relatos Salvajes” (2014) de Damián Szifron -la más taquillera hasta la fecha-, que llenó 288 salas con 445.542 asistentes, en el mismo período de tiempo.   

Ninguno de estos detalles de “color” le quitan méritos a la obra de Winograd, una ‘heist movie’ (película de atracos) que mezcla los mejores elementos del género -sin nada que envidiarle a Spike Lee o Steven Soderbergh- con la idiosincrasia argentina, una gran puesta en escena y un elenco a tono que llevan adelante una historia tan atrapante como entretenida.    

En plenas vacaciones de verano, momento ideal para ir al cine en familia, “El Robo del Siglo” logró desbancar a “Frozen II” (2019), que se quedó con el segundo puesto de la taquilla con 165.915 espectadores en 438 pantallas. Desde su estreno el 2 de enero, la secuela de Disney lleva acumulados 1.467.473 espectadores, una cifra que nuestros bandidos podrían alcanzar (y hasta superar) con el correr de las semanas ya que los éxitos más recientes como “El Ángel” (2018) demuestran que en cuanto al cine local, el crimen sí paga.