Benjamín Vicuña está atravesando uno de los momentos más lindos de su vida. Fue recientemente papá de Magnolia, fruto de su amor con la actriz, Eugenia Suárez y le llueven oportunidades laborales.

Sin embargo tiene un pasado que siempre reflota y es el fallecimiento de su hija mayor fruto de una relación pasada con Pampita. Blanquita murió el 8 de septiembre del 2012 en Chile a los seis años de edad, luego de casi diez días de internación.

Con el tiempo el actor chileno encontró las palabras para describir tanto dolor y convertirse en un ejemplo para la sociedad y así lo compartió en el programa de Mariana Fabbiani: "Es difícil hablar del tema, después de varios años decidí abrir un poco la puerta, porque justamente muchas personas ven en mi un referente para pasar por una tragedia así", expresó Benjamín.

"El dolor y el duelo es algo sumamente personal, no hay una receta. Se extraña a morir, pero con amor y fe, se reconstruye. El dolor puede transformarse en una sonrisa y el tiempo es todo", sentenció el futuro esposo de la China Suárez.

"La naturaleza es maravillosa y yo no puedo dejar de sentir, sobre todo con un bebé recién nacido, que la vida hay que vivirla. Hay que apostar por ella, hay que honrarla", dijo Vicuña.

Además el actor confesó que pasó por varias etapas para superar el duelo: "La rabia, la incomprensión, desarmarse completamente y en mi caso, empezar de a poco a juntar los pedazos y es bonito cuando algo tan doloroso puede llegar a ser también inspiración.

"Para mí hoy Blanca es una inspiración en la vida, en el trabajo", agregó el chileno

"La recuerdo constantemente con sus hermanos Bautista, Benicio y Beltrán. Hablamos con ellos de ella y ahí ves la desdramatización de los chicos. Los veo a ellos y ella esta acá, con nosotros", sentenció.

"Por ejemplo, dejé mi vida en 'La memoria del agua' una película que abordaba justamente el duelo de dos padres jóvenes que perdían un hijo y luego me llegaron miles de mensajes", concluyó Vicuña.