Este lunes, salieron a la luz unos estudios médicos que comprueban que el arquero Loris Karius sufrió una conmoción cerebral en la final de la UEFA Champions League entre Liverpool y Real Madrid. ¿El culpable? Sergio Ramos.

El defensor de la "Casa Blanca" y la Selección de España rompió el silencio y se defendió no sólo de las acusaciones contra el arquero alemán, sino también de lo que sucedió con la lesión del delantero egipcio, Mohamed Salah.

"Le han dado mucha bola al tema de Salah. No he querido hablar porque al final se magnifica, pero viendo bien la jugada, él me agarra primero del brazo y yo caigo al otro lado, de hecho se lesiona el otro brazo, pero dicen que le hice una llave de judo", dijo en el acto de presentación de una cadena de comunicación de su país.

Y agregó: "Después el portero dice que estaba conmocionado por un choque conmigo. Sólo falta que Firmino diga que estaba resfriado porque le cayó una gota de sudor mía".

Por otra parte, Ramos confesó que mantuvo una comunicación con Salah y reveló cómo es su estado. "He hablado con él por mensaje y está bastante bien", aseguró.

"Si se hubiera infiltrado podría incluso haber jugado la segunda parte. Yo a veces lo he hecho y tampoco ha sido para tanto. Parece que cuando lo hace Ramos se destaca un poco más. Será que cuando estás en el Real Madrid y ganas tantos años, la gente lo mira de otra manera", cerró.