Tras más de 20 años en la capital de Neuquén, en donde atravesó por una gran cantidad de clausuras, el dueño del restaurante chino "El Dragón" decidió cerrar las puertas de manera definitiva y vendió absolutamente todo lo ligado al mismo.

Según informaron desde la Policía Federal y la Dirección Nacional de Migraciones, el local tenía muchas multas por las condiciones de la cocina, así como también dos trabajadores de nacionalidad china de la cocina esclavizados, que vivían en un entrepiso del local y estaban indocumentados.

La procedencia de los empleados asiático se terminó de resolver y se confirmó que accedieron al país de manera ilegal. Además, los propios inmigrantes aseguraron que al llegar a Argentina, alguien les retuvo el pasaporte para que no pudieran volver a su tierra

Si bien era cuestión de tiempo el retiro de la licencia comercial, el dueño se anticipó tras las cinco clausuras sufridas y decidió publicar un cartel en la puerta del inmueble, informando el remate de todos los productos de cocina.

Previo a realizar esto, pidió el aval del municipio y el director de Comercio municipal, Gustavo Orlando, para levantar la faja de clausura con la noticia de no va a continuar con el negocio y se iba a desligar del sector culinario.

"Para nosotros era un dolor de cabeza constante; lo clausuramos varias veces por falta de higiene. Ya habíamos pedido que le retiraran la licencia comercial", aseguró Orlando tras conocer la noticia definitiva del cierre.