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Actualidad -
La familia de Lucas Jerez, joven que fue asesinado por Néstor Génova (81), un jubilado que ante la tentativa de un robo, tomó su escopeta calibre 14 y le disparó, causando su muerte instantánea, expresaron que "siempre lo contuvieron pero que cada uno elige su camino".
"Nunca estuvimos de acuerdo con su forma de vida pero era una persona adulta que tomaba sus propias decisiones", sostuvieron los allegados de Jerez en una carta al diario local La Capital. "Siempre tuvo una familia atrás que lo amaba y lo contuvo lo mejor posible pero cada uno elige su camino", mencionaron.
"Más allá de como ustedes lo llaman delincuente chorro etc, él ante todo era hijo, hermano, sobrino y nieto y atrás hay una familia que sufre, respeten nuestro dolor. No justificamos el accionar de Lucas, nunca estuvimos de acuerdo con su forma de vida pero era una persona adulta que tomaba sus propias decisiones", agregaron y aseguraron que no condenan al adulto mayor por lo sucedido.
Previo al intento de robo, Jerez había sido liberado tras una condena en la unidad penal de Batán, según contó el el fiscal Fernando Castro a TN, quien sostuvo que el joven tenía antecedentes de delitos de robo a mano armada y a viviendas.
El caso
Sucedió el miércoles 22 de julio en Azopardo al 3300 del barrio Colinas de Peralta Ramos, ciudad de Mar del Plata, cuando tres jóvenes rompieron el ventiluz del baño de la vivienda del jubilado Néstor Génova.
El hombre despertó al oír los golpes y fue en busca de su escopeta calibre 14, con la que disparó a Jerez, quien se encontraba ingresando a la vivienda, y perdió la vida al instante. Sus compañeros se dieron a la fuga.
Acto seguido, Génova y vecinos se contactaron con el 911 y dieron aviso a las autoridades. El caso quedó en manos de efectivos de la Comisaría 3era, bajo la carátula de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" y "tenencia ilegal de arma de fuego", investigado por fiscal Fernando Castro.
Se trata del segundo hecho de estas características que llegó a los medios en los últimos días. En la localidad bonaerense de Quilmes, Jorge Ríos, un jubilado de 71 años, mató a un delincuente que también había ingresado para robarle en su casa.
