La ola de denuncias por casos de acoso y abuso sexual se extendió a diversos ámbitos y la política no quedó afuera. El viernes se conocieron las acusaciones contra dos senadores: Juan Carlos Marino, nacional, representante de la provincia de La Pampa, y Jorge "Loco" Romero, senador bonaerense de La Cámpora, quien anunció su renuncia tras la denuncia pública en su contra. Sin embargo, la dimisión no fue formalizada hasta el momento.

A la lista de acusados se sumaron en las últimas horas otros referentes jóvenes del Kirchnerismo, integrantes de esa agrupación. Uno de los apuntados es el diputado nacional Juan Cabandié, mencionado en una denuncia pública por la periodista y ex militante Marisol De Ambrosio.

"Las que nos fuimos en silencio hace años hoy denunciamos, no porque seamos anti kirchneristas, ni traidoras, sino porque no nos callamos más", explicó la joven al difundir su denuncia. 

Si nombramos a Juan Cabandié como uno de los más famosos acosadores de La Cámpora (conmigo lo hizo verbalmente y delante de todos en un campamento en Cañuelas), o a personajes menores como Julián Eyzaguirre (ya denunciado por violencia de género), nos condenan a la esquina donde yacen los "funcionales a la derecha".

"Yo soy una de las tantas mujeres que compartió (una de sus) historias de abusos: milité en La Cámpora durante poco más de un año (un poquito antes de que falleciese Néstor Kirchner, un poquito después del triunfo de Cristina Kirchner) y me fui sola, abusada, humillada", denunció De Ambrosio.

Otro de los camporistas denunciados en las últimas horas fue  Gustavo Matías, también fundador de la agrupación La Néstor Kirchner de Vicente López.

Una militante identificada como Sofía Amarillo, lo acusó a través de Facebook de haberla llevado a un hotel alojamiento y de haberla maltratado.

“Cuando tenía 18 años, Gustavo Matías me propuso juntarnos para tener una discusión política. Me propuso vernos para la cena, porque antes no podía. Llegamos a una casa que no conocía. Le conté a mi novio y me dijo ‘esa no es su casa’. Sentí miedo. Dejé de escuchar. Todo a mi alrededor se volvió más oscuro y rápido. Recuerdo que tomaron merca y ver dos armas".

"Justo antes de llegar a un telo en la costa de Vicente López, me dijeron bajate. Mi próximo recuerdo es estar en una habitación y él saliendo de la ducha. Se acercó a mí, no sé si desnudo o en toalla. Y no recuerdo más”, relató la joven.

Otro joven ex militante de La Cámpora, Benjamín Nicolás, quien realizó su tarea política en filial de Hurlingham, denunció a tres compañeros de esa organización por un episodio de acoso en el medio de un acto en la Casa Rosada.

Involucró a Alejandro y Alberto Monzón y a Nicolás "Chimbu" Abregú. Relató que en 2015 lo manosearon en una marcha y le enviaron mensajes telefónicos obscenos.

Hasta el momento, ninguno de los referentes de La Cámpora aludidos se refirió a las acusaciones. Lo que si se conoció, el viernes a la noche y tras la denuncia contra el senador Romero, fue un comunicado publicado en las redes sociales de la agrupación juvenil kirchnerista en la que aseguran que "a las compañeras se les cree".

"A las compañeras se les cree y se las acompaña, con el fin de hacer político lo personal, para visibilizar las situaciones de injusticia y construir una organización mejor que dé respuestas a las nuevas demandas sociales".

En el texto, además, manifiestan: "No toleraremos en la organización múltiples varas para medir las conductas de lxs compañerxs. No importa la trayectoria o la responsabilidad, frente a las denuncias corresponde la aplicación del protocolo interno que elaboramos para atender éstos casos y lxs denunciadxs deberán atravesar las instancias que éste propone".