Hace apenas unos diez días celebrábamos los treinta años desde el estreno de “Seinfeld” (1989-1998), recordando sus mejores momentos y personajes. Hoy, las noticias alrededor de la creación de Larry David y Jerry Seinfeld son un poco más tristes, debido a la confirmación de la muerte de Charles Levin, actor con más de 60 títulos en su haber que, claro, pasó por la sitcom de NBC, además de otros clásicos televisivos de los ochenta como “Hill Street Blues” (1981-1987) y “L.A. Law” (1986-1994).

Levin, de 69 años, llevaba varios días desaparecido de la zona de Grants Pass, Oregón, cuando el pasado 8 de julio su hijo decidió reportar la ausencia a la policía. Noventa y seis horas después, los equipos de búsqueda pusieron manos a la obra, concentrándose en un área específica al noreste de Selma. Allí, los oficiales encontraron el vehículo averiado del actor con los restos de su perrito Boo Boo Bear, un pug de color leonado que solía hacerle de compañía. No muy lejos de ahí, se halló el supuesto cuerpo de Levin, y decimos supuesto, ya que todavía faltan las pericias médicas que confirmen la identidad del cadáver.     

Tal vez no te suene mucho el nombre, pero la cara del intérprete es ampliamente reconocida. Antes de retirarse de la actuación y mudarse a la tranquilidad de GrantsPass, a finales de la década del noventa, Levin apareció en películas como “Una Acción Civil” (A Civil Action, 1998), “This Is SpinalTap” (1984) y los clásicos de Woody Allen “Manhattan” (1979) y “Annie Hall - Dos Extraños Amantes” (Annie Hall, 1977).

Pero si son fans del “show acerca de nada”, seguramente lo van a recordar como el mohel -encargado de llevar a cabo la circuncisión de los bebés- que, sin querer queriendo, le corta el dedo a Jerry durante el episodio “The Bris” (1993). Ese en el cual el protagonista y Elaine (Julia Louis-Dreyfus) acceden a convertirse en los padrinos del recién nacido de unos amigos, compromiso que incluye conseguir al mohel en cuestión y organizar la ceremonia judaica. Claro que esto es “Seinfeld” y todo se complica, provocando el accidente y el consecuente despojo de las obligaciones como padrinos para el dúo.

Una forma simpática de recordar al actor fallecido que, como bien dice el título de esta nota, terminó sus días de manera triste y bastante solitaria. Todavía falta la confirmación de la identidad y la determinación de las causas de su muerte, pero más allá de que sea accidental o no, no deja de ser una pérdida para el mundo del espectáculo, y para aquellos que compartieron la pantalla con este intérprete y ex profesor de artes dramáticas.