En noviembre del año pasado Orion Pictures anunció la fecha de estreno de Child’s Play, el regreso de Chucky a la pantalla grande. El problema es que el 21 de junio en los Estados Unidos ya estaba reservado para otra película de juguetes (no tan diabólicos): Toy Story 4. Desde entonces, parte de la campaña de marketing de la película de terror protagonizada por Aubrey Plaza y con Mark Hamill como la voz de Chucky se ha basado en generar una rivalidad entre los muñecos.

A finales de abril llegó el primer golpe por parte de Orion Pictures con un poster que hirió los sensibles corazones de los fanáticos de la película de PIxar. Utilizando la misma paleta de colores que el primer poster teaser de Toy Story 4, el estudio reemplazó al vaquero amigo de todos por una tétrica escena acompañada de la frase, “Hay un nuevo sheriff en la ciudad. Conoce a tu nuevo mejor amigo el 21 de junio.”

No contento con ponerle un poco de picante a la guerra de taquilla, la semana pasada la cuenta oficial de Twitter de la película subió un nuevo póster en el que la víctima en este caso es el perro Slinky, cuya parte posterior está siendo asada al calor de una pequeña fogata. “El 21 de junio enterate qué se está preparando,” dice el mensaje que acompaña la imagen. 

La nueva película de Chucky ha generado cierta controversia entre los fanáticos de la saga, que han criticado el nuevo diseño del personaje. En esta versión, Chucky ya no es un simple muñeco de plástico poseído, sino un verdadero robot con una inteligencia artificial fuera de control. Aubrey Plaza (Parks & Recreation) interpreta a Karen, la madre que le regala a su hijo (Gabriel Bateman) a Buddi, un muñeco parte de una nueva línea de juguetes inteligentes. 

Aunque es evidente que Orion Pictures decidió estrenar la película el mismo día que Pixar para capitalizar el éxito de Woody y compañía y recibir un poco de publicidad gratuita a través del escándalo, la apuesta le puede salir más cara de lo esperado. No porque Toy Story 4 le vaya a quitar público necesariamente sino porque solo una semana después llega otra muñeca a la pantalla grande, y esta comparte audiencia y género con Chucky. Hablamos, por supuesto, de Annabelle.

Annabelle vuelve a casa (“Annabelle Comes Home”, Gary Dauberman), la tercera película de la muñeca demoníaca, se estrena en los Estados Unidos el 28 de junio y representa una grave amenaza para Chucky. Las películas del universo de El Conjuro, que incluyen la original y su secuela, las películas de Annabelle y La Monja, promedian los 37 millones de dólares de recaudación en su primer fin de semana. Los analistas esperan que Child’s Play supere los veinte millones en esos primeros tres días, por lo que una caída significativa de la audiencia (que podría superar el setenta por ciento) sería letal para la proyección a mediano plazo.

En nuestro país la remake de Chucky: El muñeco diabólico llegará a los cines el 11 de julio, tres semanas después que Toy Story 4 (20 de junio) y dos semanas después que Annabelle vuelve a casa (27 de junio). Quizá esté en nuestras manos decidir el destino del muñeco malvado favorito de todos.