"Después de nacer y tener el propio cuerpo (Aries) procuramos amamantarnos para la subsistencia (Tauro)". Esta frase marca el por qué de la existencia del signo taurino y cuál es uno de sus objetivos principales en la vida.

El trabajo es clave en la vida de cualquier persona nacida bajo este signo: bajo la permanente búsqueda de la subsistencia, los taurinos orientarán su vida laboral a aquellos ambientes que les brinden comodidad, seguridad y, sobre todo, estabilidad económica.

Son productivos, detallistas y tienen un alto rendimiento laboral, por lo que representan al "empleado ideal". Siempre terminan lo que empiezan y, en general, optan por un cargo en el que su presencia resulte imprescindible.

Para alcanzar sus metas, los taurinos son destacados por realizar "trabajo de hormiga": día a día, semana a semana, mes a mes y año a año llevarán pequeñas acciones a cabo para, eventualmente, lograr lo anhelado.

Aparte de todo esto, que sonará algo individualista, Tauro es buen compañero, generoso y muy comprensivo. Goza de gran empatía y ello lo hará uno de los integrantes más queridos en su ambiente laboral.

Para los trabajos que requieran ser ejecutados en grupo, buscarán -como en cada aspecto de su vida- sentirse seguros para llevar adelante sus tareas de manera eficaz. 

Uno de los defectos que suele tener este signo está relacionado con la comunicación: este es un punto que debe trabajar, ya que, al no expresar correctamente sus ideas, a veces pueden generarse malentendidos.

Por otro lado, la motivación de Tauro está fuertemente vinculado a lo material, al dinero. Este signo reclama que le reconozcan su esfuerzo, sus conocimientos y el tiempo dedicado a la tarea realizada.

Es un signo más práctico que creativo, del que se puede esperar presentismo, responsabilidad, asiduidad y eficacia.