Mabby Autino es una de las maquilladoras más prestigiosas del país. Estudió en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y de la mano de grandes como la Sra. Alba Suárez de Troian. Su trayectoria está marcada por el paso de diversos famosos y marcas de renombre.

A lo largo de su carrera trabajó y trabaja con numerosas celebridades ¿Cómo es su día a día o una jornada con ellos? ¿Cómo son a la hora de maquillarse? Son algunos de los interrogantes que nos permitirán echar un vistazo a su universo glam.

Estar con estrellas forma parte de su rutina, y como hace tiempo que se desarrolla en el rubro artístico, todo "le parece normal". Aunque, sin dudas confesó que "tiene sus partes divertidas" y que hasta suspendió algo porque algún artista "se largó a llorar".

"Son seres humanos, exactamente iguales a nosotros, con la diferencia que tienen que exponerse delante de un público estén enfermos o no, tengan problemas personales o no", comentó Mabby al respecto. Sin embargo, no negó que "obviamente hay quienes son mucho más quisquillosos que otros".

La dama del make up sostuvo que es la experiencia, la que la hizo aprender y crecer en su vocación. Mencionó incluso, que hasta firmó actas de confidencialidad, sobre las que -por ejemplo- no puede mencionar a qué famosos maquilló. "Más que nada tiene que ver con las “Pop Stars””, indicó.

"Hace muchos años que trabajo con ellos, que los conozco. Hay un respeto mutuo por lo cual podemos trabajar", afirmó Mabby. A su vez, reveló: "Más allá de mi arte, soy súper contenedora y eso es lo que me hace permanecer en la historia de todo esto".

Trabajar junto a los famosos implica conocer sus códigos, darse cuenta de lo que necesitan. “Entiendo perfectamente cuándo tengo que estar al lado de una estrella, cuándo la tengo que contener, cuándo le puedo hablar, cuándo tengo que hacer silencio, cuándo tengo que salir del camarín. Son pautas que las tengo muy, muy claras”, sostuvo la profesional.

Además, Mabby agregó: “Sé cuándo puedo ir bien vestida a maquillar a una artista y cuándo no. Cuándo, antes de empezar a maquillar, tengo que presentarme y –hablando mal y pronto- “vomitar” mi currículum porque si no me conocen, me tratarían de otra forma”.

"Es parte de lo de todos los días", una experiencia que vale conocer.