Al menos 812 personas murieron y unas 2817 resultaron heridas a causa de un devastador terremoto de 6,2 de magnitud que se registró en el este de Afganistán,  informó el portavoz del gobierno, Zabihullah Mujahid, en rueda de prensa, citado por la agencia de noticias local Khaama Press.

Las provincias más afectadas fueron Kunar —donde colapsaron aldeas enteras y se concentraron la mayoría de las víctimas— y Nangarhar, además de daños también en Laghman y Nuristán.
 

Derrumbes, caminos bloqueados y comunicación caída complican cualquier respuesta. Helicópteros y equipos militares ya evacuaron heridos y cuerpos, pero el acceso a zonas remotas sigue siendo crítico.

En medio de una crisis humanitaria persistente, el Gobierno talibán pidió ayuda internacional. La asistencia comenzó a llegar, pero los fondos ya están al límite: más de la mitad de la población afgana necesita ayuda y la respuesta global está lejos de ser suficiente.