Julio Bazán, el profesional de 71 años, es uno de los reporteros con más trayectoria en el país. En esta ocasión, fue a cubrir las manifestaciones que ocurrían en las calles de Buenos Aires, en el marco del tratamiento de la reforma previsional que tenía lugar en la Cámara de diputados.

Sin embargo, el periodista sufrió agresiones por parte de un grupo de personas, quienes lo atacaron con patadas y golpes. Luego del hecho, a causa de las heridas tuvo que ser trasladado urgentemente al Sanatorio de la Trinidad de Palermo.

Como consecuencia, tuvieron que hacerle una sutura con cinco ganchos por uno de los piedrazos que recibió en la cabeza.

Tras atravesar dos días en terapia intermedia, Bazán brindó declaraciones en TN para dar tranquilidad acerca de su estado físico: "Me dieron el alta y estoy en casa". Sin embargo, anticipó que todavía tendrá que ser sometido a estudios para descubrir si quedarán secuelas de lo sucedido. 

Además, se refirió al día de los incidentes, en donde opinó que ocurrió una "violencia desatada" que lo impidió hacer su trabajo. Asimismo, detalló: “Uno me tiró agua, otro cenizas y otros me pegaron”. 

En el momento del arremetida, confesó que unos "metrodelegados y periodistas le salvaron la vida" de las personas que denominó como "energúmenos" que, según comentó, deberán quedar a manos de la justicia. 

A pesar de lo sucedido, Bazán rescató un contundente mensaje: “Mis heridas se van a curar, pero al sociedad necesita cura”. A su vez, afirmó que “tenemos que unirnos todos en contra de la violencia, esa es la enseñanza (...) No se puede vivir en esta situación”.

En una charla con Radio Mitre, el periodista había revelado: "La intención era destruirme, estaban desaforados (...) buscaban hacerme daño".

Como si fuera poco, el profesional no fue el único reportero agredido en la ocasión: también fueron protagonista de los incidentes Sebastián Domenech, Mauro Fulco, entre otros.