Eduardo Etchepare dedició cruzar los límites e incursionarse en estudiar abogacía. Sin embargo, no era nada fácil, ya una serie de problemas le trababan el camino: no sólo el hecho de que tiene 82 años, sino que además en 1993 quedó ciego a raíz de un tumor cerebral.

Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos, se aventuró en su sueño. Luego de cinco años de estudio y dedicación, finalmente se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba.

Frente a la noticia, sus compañeros le tiraron huevos y harina en modo de festejo y un cartel con la frase "soy abogado".

Como si fuese poco, en la ciudad donde vive Etchepare decidieron homenajearlo ante semejante logro; por lo tanto, fue declarado "ciudadano ilustre" de Mendiolaza.

Durante toda su vida, el hombre se dedicó a ser martillero público y docente en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, cuando se mudó al interior, sintió que era hora de cambiar de aire y estudiar algo distinto. 

"Nunca dejé los libros. Los problemas no impidieron que pudiera seguir adelante", sostuvo durante una entrevista con los medios locales.

La foto circuló por todas las redes sociales, y miles de personas aprovecharon para enviarle al hombre sus felicitaciones y orgullo.